P: ¿Dónde creciste? ¿Hubo alguna actividad que hiciste de niño que te llevó a tu pasión por el teatro y las artes?
R: Crecí por todos lados. Mi papá es un infante de marina, así que me he mudado siete veces, he vivido en ocho casas diferentes (9 si se cuenta un intercambio de casas dentro de la ciudad) y en dos continentes. Sin embargo, nací en Oceanside, CA, y lo considero “de donde soy”. Cuando era niño, me dediqué principalmente al fútbol hasta alrededor del quinto grado cuando entré en los musicales de mi iglesia. Realmente no fue hasta octavo grado, el primer año que mi familia vivía en Alemania en una base estadounidense, cuando me involucré con el teatro comunitario. Honestamente puedo decir que mi trabajo con el Kelley Barracks Community Theatre es lo que cimentó mi amor por el teatro y me demostró a mí mismo que podía hacer una carrera con él.
P: ¿Dónde ha trabajado anteriormente? ¿Cuáles son algunos de tus roles favoritos?
P: ¿Cómo se preparó para interpretar el papel icónico de Sherlock Holmes? ¿Hubo algún desafío o cosas que te entusiasmaran al enfrentarte a este personaje?
P: ¿Qué esperas con cada actuación de Sherlock Holmes?
R: ¡Me encanta el ritmo del espectáculo! Es muy parecido al proceso de pensamiento de Sherlock en el sentido de que parece volar y recoger lo que necesita a medida que avanza. Espero que el público esté tan atrapado en el misterio y el estilo anticuados del programa que se pierdan en él y se dejen llevar de regreso a la Europa del siglo XIX por un rato antes de regresar a la realidad. Siempre puedo contar un buen espectáculo cuando no quiero que termine. Solo espero que se vayan queriendo más giros y vueltas. PD: También estoy emocionado de fumar en el escenario. Nunca he hecho eso. Es una especie de pequeño sueño mío.
P: Comparta con nosotros sus pensamientos y su experiencia hasta ahora como actor residente en Charleston Stage.
R: Es increible. Como actor joven, es una oportunidad increíble. Poder trabajar, CONSISTENTEMENTE, durante diez meses en una hermosa ciudad en un hermoso teatro con gente increíble. y ser pagado por ello y ser tan apreciado por ello y interpretar papeles asesinos ... es una sensación muy, muy buena y no algo que sea muy común. Los RA somos mimados y nos encanta. Sé que cuando me vaya de aquí no solo tendré una increíble lista de créditos profesionales a mi nombre, sino que tendré experiencia más allá de lo que esperaba. Enseñar teatro para niños además de actuar fue, honestamente, un poco abrumador antes de llegar aquí, pero ahora que estoy en el meollo del asunto, es una sensación tan gratificante que al final del día, vale la pena. En conclusión: no lo odio.